¿Qué es la huella hídrica?
Saber cómo, cuándo y dónde usamos el agua es el primer paso para mejorar la gestión de este recurso tan valioso. Para entender qué es la huella hídrica podemos partir de una afirmación sencilla: el valor del agua es incalculable, pero podemos cuantificar su uso, tanto directo como indirecto. La huella hídrica nos permite saber el agua necesaria para crear los productos que utilizamos en nuestro día a día. Por tanto,en un contexto de crisis climática y escasez de agua como el actual, la huella hídrica es una herramienta clave para optimizar el uso de este recurso cada vez más crítico.
Concepto de la huella hídrica
El concepto de huella hídrica (water footprint en inglés) nació en el año 2002 de la mano del profesor Arjen Hoekstra (1967 - 2019), de la Universidad de Twente (Holanda), también conocido como “el profesor que cambió el mundo del agua”.
La huella hídrica es un concepto análogo al concepto de huella ecológica introducido en los años 90. A su vez, el concepto de huella hídrica está inspirado en el concepto de “agua virtual”, creado por el geógrafo británico John Anthony Allan en 1993, que Hoekstra adoptó y enriqueció aportándole un valor multidimensional.
En su intervención en la presentación de la red EsAgua, Hoekstra señaló que concibió el concepto de huella hídrica en un momento de reflexión bajo la ducha. El objetivo de este concepto fue disponer de una herramienta para aportar información útil sobre el uso del agua más allá de los indicadores tradicionales, un indicador del uso del agua basado en el consumo directo e indirecto, vinculando directamente la evaluación del uso del agua con las actividades de cadena de suministro.
La publicación en 2011 de The Water Footprint Assesment Manual convirtió la huella hídrica en algo más que un concepto, siendo hoy en día un estándar global de contabilización de uso de agua, un camino recorrido gracias al papel de la Water Footprint Network, la red global de la huella hídrica, de la que Hoekstra es co-fundador. Desde entonces han surgido diferentes iniciativas, como la de la ISO 14046 entre otras, empujando el concepto de huella hídrica hacia múltiples direcciones distintas.
Definición de huella hídrica
Aunque ya sabes el origen del concepto, quizá todavía te estés preguntando a qué se denomina huella hídrica exactamente. Se define huella hídrica como un indicador de sostenibilidad para analizar el volumen de agua dulce utilizada para producir los bienes y servicios que consumimos.
El uso del agua se mide en términos de volúmenes de agua consumidos (evaporados o incorporados a un producto) y / o contaminados por unidad de tiempo. Si acudimos a The Water Footprint Assesment Manual, podemos encontrar la siguiente definición: indicador de uso de agua dulce que no se centra únicamente en el uso directo del agua por parte de un consumidor o de un productor, sino que se centra también en su uso indirecto.
¿Para qué sirve la huella hídrica?
La huella hídrica es un indicador esencial en el cálculo de la sostenibilidad del uso de los recursos naturales por parte del hombre. Gracias a su valor multidimensional, la huella hídrica nos dice cuándo, cómo y dónde se está utilizando el agua.
La huella hídrica evalúa tanto el uso de agua directo como el indirecto
Gracias a su flexibilidad, una huella hídrica se puede calcular para conocer el volumen de agua necesario para crear un producto en particular, así como para cualquier grupo bien definido de consumidores (por ejemplo, un individuo, familia, pueblo, ciudad, provincia, estado o nación) o productores (por ejemplo, una organización pública, la empresa privada o un sector económico).
Huella hídrica directa y Huella hídrica indirecta
La huella hídrica directa de un consumidor o productor (o de un grupo de consumidores o productores) hace referencia al consumo y a la contaminación de agua dulce que se asocia al uso del agua por parte de ese consumidor o productor. Es diferente a la huella hídrica indirecta, que hace referencia al consumo y a la contaminación del agua que pueden asociarse con la producción de bienes y servicios consumidos por el consumidor o los productos de entrada utilizados por el productor.
Por ejemplo, el consumo directo para la fabricación de un producto incluye el agua utilizada y/o contaminada durante el proceso de fabricación y el agua incorporada en el propio producto como ingrediente.
Por su parte, el consumo indirecto corresponde a toda el agua necesaria para producir las diferentes materias primas utilizadas en el proceso (productos de la cadena de suministro como transporte o el agua necesaria para alimentar a los animales que dan origen a un producto alimenticio).
Los colores de la huella hídrica - verde, azul y gris
La huella hídrica global puede expresarse a su vez en distintas huellas (verde, azul y gris) en función del tipo de agua considerada:
Huella Hídrica verde: relacionada con el agua de lluvia incorporada en el producto. Cobra pleno sentido para productos agrícolas.
Huella Hídrica azul: relacionada con el uso consuntivo de agua dulce (superficial o subterránea) evaporada, incorporada en el producto, devuelta a otra cuenca o devuelta en un periodo distinto del de extracción. Para productos agrícolas se asocia con la necesidad de regadío de los cultivos.
Huella Hídrica gris: relacionada con la calidad del agua y su posible contaminación debido a los vertidos en un determinado proceso. Es una medida de la disminución en la capacidad de los ríos o lagos de asimilar capacidad de asimilar contaminantes
Dimensiones de la huella hídrica
La huella hídrica es un indicador que contribuye a la evaluación y mejora de la sostenibilidad de las actividades de las organizaciones. En particular, permite evaluar todas las actividades relacionadas con el uso de agua en empresas de distintos sectores. Este análisis es complementario con la evaluación de otros indicadores como la huella de carbono, obteniendo así un análisis global de la sostenibilidad de sus actividades.
Así, la huella hídrica es un indicador geográficamente explícito, mostrando no sólo los volúmenes de uso del agua y la contaminación, sino también su localización. Además, la huella hídrica tiene necesariamente dimensión temporal y espacial. Se debe calcular con datos recogidos en un período de tiempo concreto (habitualmente los datos utilizados son anuales) y en un lugar geográfico perfectamente delimitado (como pueden ser una planta industrial, una cuenca de un río, o una región).