La huella hídrica de los alimentos, el agua invisible detrás de nuestra dieta
La flexibilidad de la huella hídrica, indicador para evaluar el consumo de agua dulce, permite a los consumidores conocer el impacto que tienen sus actividades en los recursos hídricos. Ejemplo de ello es el concepto de la huella hídrica de los alimentos, un indicador con el que podemos conocer el agua invisible que se esconde tras los productos que consumimos en nuestra vida diaria.
En este artículo explicamos qué es la huella hídrica de los alimentos, cómo se calcula, la importancia de este indicador y algunos ejemplos de huella hídrica en alimentos para mostrar lo importante que es hacer un “delicioso” consumo responsable.
¿Qué es la huella hídrica de los alimentos?
Todos los alimentos necesitan agua para su producción, pues el agua es parte esencial en muchos procesos desde el cultivo en el sector agroalimentario hasta la distribución de estos alimentos a supermercados y hogares. La huella hídrica de los alimentos que consumimos es un indicador para medir el volumen de agua dulce necesario para producirlos.
Para su cálculo, es preciso considerar tanto el uso directo del agua (aquella destinada a la producción o integrada en el propio producto) así como el uso indirecto de ésta, ligado al papel del agua en la cadena de suministro (transporte, procesos de fábrica, etc). La huella hídrica se puede expresar en términos de volumen de agua (litros, m3). Así, la huella hídrica de los alimentos contabiliza todos los litros de agua necesarios para que un alimento llegue a nuestro plato.
1 taza de café = 130 litros de agua
La huella hídrica es un indicador de sostenibilidad multidimensional y flexible, ya que su aplicación se extiende más allá de los alimentos, ya que permite conocer el volumen de agua consumido o contaminado por una persona, un producto, una empresa o un país. Si quieres saber más, te recomendamos ver nuestro artículo sobre qué es la huella hídrica.
¿Por qué es importante conocer la huella hídrica de nuestra alimentación?
Reducir la presión sobre los recursos hídricos en la producción de alimentos es uno de los retos añadidos al desafío global de alimentar a una creciente población mundial que, según datos de la FAO, en 2050 podría aumentar hasta cerca de 10.000 millones de habitantes.
En España la alimentación representa más de un 80% de la huella hídrica los consumidores (6.700 litros por persona y día)
Nuestros hábitos alimenticios hacen que la humanidad necesite demasiada agua. En este contexto, la demanda global de agua para la producción de alimentos aumenta, y con ello también lo hace la competencia por el uso de los recursos hídricos, necesarios para llevar a cabo esta producción. Esta competencia se acelera dada la falta de disponibilidad de agua en muchas regiones y la amenaza del cambio climático sobre la escasez de recursos de agua dulce.
Según datos de la FAO, la agricultura representa el 70% del consumo de agua dulce global. Atendiendo a las investigaciones de Arjen Hoekstra, creador del concepto de la huella hídrica, en España la alimentación representa cerca de un 80% de la huella hídrica personal de un consumidor (6.700 litros por persona y día).
Mención aparte tiene el impacto ambiental del desperdicio de alimentos, un hábito que es preciso reducir si queremos proteger los recursos naturales. Las soluciones a esta problemática son un ejercicio de responsabilidad compartida: gobiernos, empresas y consumidores debemos hacer un uso responsable del agua dulce y el consumo de alimentos es crucial en este aspecto. Conocer la huella hídrica de los alimentos nos permite ser conscientes del impacto que tiene nuestra alimentación en los recursos hídricos, primer paso en nuestro camino hacia una relación más responsable con los recursos naturales.
Cómo calcular la huella hídrica en alimentos
La evaluación de la Huella Hídrica, también conocida como análisis o cálculo de la huella hídrica, requiere aplicar una metodología exhaustiva y de marcado carácter técnico, es por eso que calcular la huella hídrica de los alimentos que llegan a nuestra nevera es una tarea más bien complicada para la mayoría de los mortales. Sin embargo, si buscamos en la literatura encontramos varias publicaciones al respecto que son muy útiles para tener un punto de partida.
Las publicaciones de referencia para conocer el cálculo de la huella hídrica de los alimentos vienen de la mano de la Water Footprint Network, la red de huella hídrica global, promotora de la red EsAgua, de los autores Arjen Y. Hoekstra y Mesfin M. Mekonnen:
Estos estudios han sido ampliamente referenciados ya que permiten conocer una estimación a nivel global de la huella hídrica de los alimentos más comunes. Aunque las cifras nos dan una idea general del impacto en los recursos hídricos por cada tipo de alimento, es importante destacar que se trata de estimaciones a nivel global, pues no es lo mismo plantar un tomate en España que plantarlo en Egipto. Esto es así porque la huella hídrica asociada a un mismo tipo de cultivo puede variar según la región debido a las diferencias climatológicas, la disponibilidad de agua y los métodos de cultivo (E.j., uso de fertilizantes).
Calculadora de huella hídrica de alimentos de la Water Footprint Network
A partir del trabajo de investigación de Hoekstra y Mekonnen, la WFN ha desarrollado la herramienta online “Product Gallery”, una galería interactiva de productos en la que podemos conocer la huella hídrica de los alimentos más comunes.
Esta galería (en inglés), que aprovecha los datos aportados por las investigaciones de la WFN, explica de una forma clara y sencilla la huella hídrica verde, azul y gris de cada producto, lo que nos permite tener datos para empezar a calcular la huella hídrica de un plato, un menú, o un banquete.
Ejemplos de la huella hídrica en alimentos
Las investigaciones de Hoekstra y Mekonnen cuentan con diversos ejemplos de la huella hídrica en alimentos comunes en las dietas de todo el mundo. A partir de aquí, existen numerosas publicaciones que dan cuenta del agua necesaria para producir alimentos tan diversos como un filete de ternera, una pizza margarita, una tableta de chocolate o un café.
Huella hídrica de un kilo de carne - Alimentos con mayor huella hídrica
Los productos cárnicos son aquellos que requieren un uso más intensivo del agua para su producción. El volumen de agua necesario para plantar el pienso que alimenta a los animales (uso indirecto del agua) es uno de los aspectos que más influyen en que los productos cárnicos sean los alimentos con mayor huella hídrica. Según las investigaciones de Hoekstra y Mekonnen:
- Huella hídrica del pollo: 4.300 litros de agua por 1 Kg de carne de pollo
- Huella hídrica del cerdo: 6.000 litros de agua por 1 Kg de carne de cerdo
- Huella hídrica del cordero: 8.700 litros de agua por 1 Kg de carne de cordero
- Huella hídrica de la ternera: 15.000 litros de agua por 1 Kg de ternera
Frutas y verduras, los alimentos con la huella hídrica más baja
Los alimentos de origen vegetal son los que menor impacto tienen en los recursos hídricos. Se estima que las verduras tienen una huella hídrica de 322 litros por cada kilogramo, mientras que para producir 1 kg de frutas se necesita cerca de una tonelada (962 Kg).
- Huella hídrica de una manzana: 1 manzana (150 gramos) cuesta 125 litros de agua (822 litros por cada Kg)
- Huella hídrica de la lechuga: 237 litros de agua por 1 Kg de lechuga
- Huella hídrica del mango: 1.800 litros de agua por 1 Kg de mango
- Huella hídrica del tomate: 50 litros de agua por un tomate de 250 gramos (214 litros por cada Kg)
La Huella hídrica de una pizza margarita
La investigadora española Maite Aldaya y el profesor Arjen Hoekstra tomaron como referencia los ingredientes de la pizza margarita de una receta BBC (Harina, tomate y queso), y a partir de ahí se lanzaron a calcular la huella hídrica de esta popular comida.
El estudio “The water needed for Italians to eat pasta and pizza”, publicado en Agricultural Systems, recoge, entre otras investigaciones, el agua requerida para elaborar esta simple pizza para dos personas en Italia: 1.216 litros de agua.
Huella hídrica del chocolate
Según los datos de la Water Footprint Network se necesitan alrededor de 17.196 litros de agua para producir un kilo de chocolate. Esto significa que al comprar una tableta de chocolate de 100 gramos su coste en agua es de 1.700 litros. Puedes conocer más a fondo este proceso en el artículo de El Ágora diario sobre la huella hídrica del cacao.
La Huella hídrica de un café
Esta ya os la hemos chivado antes. Se necesitan unos 130 litros de agua para una sola taza de café (125 ml), aunque probablemente los cafeteros empedernidos necesitan algo más que eso. Para producir un kilo de granos de café tostados se necesitan nada menos que 18.900 litros de agua para su cultivo, procesado, transporte. Cómo ves, el agua contenida en el mismo producto es lo de menos.
Infografía sobre la huella hídrica y alimentos
Algunos han sabido utilizar los datos de la WFN de una forma creativa a la par que informativa. Es el caso de la Fundación Aquae, cuyo eje central de actuación se centra en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS), que ha realizado una infografía sobre la huella hídrica de los alimentos con un recorrido interesante que va desde la huella hídrica de la carne, legumbres, frutas y verduras, bebidas hasta otros alimentos elaborados.
Sostenibilidad del agua en la producción de alimentos
La huella hídrica de los alimentos también puede variar en función de su procedencia y de la gestión responsable de cada empresa. En EsAgua, red de empresas comprometidas con el uso sostenible del agua, contamos con varios ejemplos en este sentido:
- En Grupo hortofrutícola Paloma han reducido la huella hídrica del cultivo de tomate en un 50%.
- Las cerveceras Estrella Damm y Estrella de Levante de DAMM llevan años monitorizando y reduciendo la huella hídrica de esta bebida popular y han reducido su consumo de agua cerca de un 40%.
- Los frutos secos de Borges han reducido su huella hídrica asociada gracias a la estrategia de sostenibilidad de la empresa, que incluye la implementación de técnicas y tecnologías avanzadas en agricultura.
- Otro ejemplo es el de las empresas gestoras del ciclo urbano del agua que permiten que el agua potable llegue a nuestros grifos. Muchas de ellas ya se han lanzado a destacar el valor de la huella hídrica en el ciclo urbano del agua.
Si quieres saber un poco más acerca de cómo reducir la huella hídrica en la producción y consumo de alimentos, te invitamos a ver (o guardar para luego) este webinar de la red EsAgua, donde distintos expertos de CEIGRAM-UPM, Ainia Tecnología, así como empresas adheridas a la red EsAgua, exponen las soluciones que se plantean desde la academia y la industria de alimentación y bebidas para hacer un uso sostenible del agua a través de la innovación y la tecnología.