Entrevista a Encarna Baras: hablamos de medioambiente y huella hídrica en ICL Iberia
ICL Group es un fabricante mundial de productos basados en minerales especiales destinados a satisfacer necesidades en tres grandes mercados: agricultura, alimentación y productos avanzados. Es el líder mundial en producción de fertilizantes y el sexto productor mundial de potasa. ICL Iberia es la sociedad holding de ICL Group en España, y es propietaria de diversas compañías, entre ellas Iberpotash, la única empresa extractora de potasa en España, que exporta el 80% de su producción, principalmente a países de la Unión Europea, Asia, y el Sur de América.
La sostenibilidad se integra en la organización de ICL Iberia como un concepto clave y va más allá del ámbito estrictamente ambiental, abarcando también aspectos como la implicación con la sostenibilidad social y económica. Prueba de estos compromisos es la obtención y mantenimiento de las certificaciones ISO 9001:2008 de calidad, ISO 14001:2004 de medio ambiente y OHSAS 18001:2007 de prevención de riesgos laborales. La compañía forma parte además del programa Responsible Care, una iniciativa global y de carácter voluntario de la industria química a nivel mundial que tiene como objetivo la mejora continua de las empresas en seguridad y protección de la salud y el medio ambiente, fomentando los principios de desarrollo sostenible.
Hablamos hoy con Encarna Baras Marín, Directora de Sostenibilidad de ICL Iberia, para conocer más sobre la implicación de la compañía con la sostenibilidad, una compañía que ha comenzado recientemente con el cálculo de sus huellas hídrica y de carbono con 2 objetivos claros: tener una evaluación más precisa de sus impactos y mejorar con ella su gestión ambiental.
Medioambiente
¿Cuáles son sus principales logros durante el pasado año en materia de impacto medioambiental?
ICL Iberia ha definido la sostenibilidad económica, social y ambiental como la línea estratégica que debe seguir para garantizar la durabilidad de la empresa a largo plazo, así como para preparar el camino para los grandes proyectos que están en curso
Desde 2014 publicamos anualmente nuestro informe de sostenibilidad, siguiendo la guía para la elaboración de memorias de sostenibilidad de la Global Reporting Initiative, GRI-G4, y por tanto incluye no solo nuestras acciones en temas ambientales, sino también las acciones en responsabilidad social corporativa que la compañía está llevando a cabo en los últimos años.
En lo que se refiere a la sostenibilidad ambiental, contamos con un sistema de gestión ambiental certificado por vez primera en diciembre de 2007, según la norma ISO 14001:2004. Con esta perspectiva, nos comprometemos desde la dirección a impulsar y hacer cumplir las políticas ambientales, adaptando los principios del grupo ICL a nuestra propia realidad y entorno regulatorio, ambiental y social, así como las demás exigencias del Sistema de Gestión Ambiental. Durante el año 2016, se realizó la auditoría externa de renovación de la certificación ISO 14001, y además, durante 2016 se llevó a cabo la integración de la planta de sal Vacuum al Sistema de Gestión Ambiental ISO 14001: 2015.
Durante el año 2016 ha continuado con la ejecución del plan Phoenix, un proyecto estratégico que contempla el desarrollo industrial de toda la cuenca minera del Bages, con amplias repercusiones en las infraestructuras, la logística y los mercados internacionales. Dentro de este proyecto, la construcción de la primera instalación de sal Vacuum, que ha entrado en fase de pruebas en 2016, contribuirá de forma notable a nuestra estrategia de sostenibilidad económica, social y ambiental, y encaja perfectamente con la iniciativa de economía circular que se ha fomentado en todo el mundo, y especialmente en la Unión Europea, como solución para un futuro sostenible.
La formación en aspectos medioambientales es uno de los puntos prioritarios que permiten incorporar la visión del respeto al medio ambiente en la organización. Así durante 2016 se ha llevado a cabo una formación medioambiental a los nuevos empleados de la planta de sal Vacuum, un nuevo curso de formación en línea de buenas prácticas medioambientales en ICL Iberia dirigido a todos los empleados y técnicos de la Oficina, y se han programado conversaciones periódicas sobre temas ambientales para los empleados.
Entre los proyectos operativos desarrollados en 2016 destaca la elaboración de un estudio oficial de ruido y la limpieza de los bosques cercanos a nuestras instalaciones, la construcción de nuevos puntos de recogida y de control de aguas subterráneas, la realización de pruebas de bombeo y prospección geofísica con el fin de mejorar el comportamiento de las aguas subterráneas, el análisis cualitativo y cuantitativo de las aguas mediante más de 75 puntos de control, la impermeabilización de una zona de deposición salina, y la perforación de tres pozos y diez trincheras de investigación para evaluar y evaluar la calidad del suelo en las instalaciones de Súria.
¿Tienen ustedes una postura definida frente al Cambio Climático?
La protección del medio ambiente es una parte integral de la gestión de Iberpotash y constituye una de sus prioridades, dada la naturaleza de su actividad. Por ello, la identificación, el análisis y la evaluación de indicadores ambientales han permitido actuar de manera proactiva diseñando medidas preventivas de impactos ambientales o, también, implantar medidas de mitigación y correctoras. En 2015 se inició el proyecto de cálculo de las huellas hídricas y de carbono, que se ha desarrollado durante 2016, siguiendo las metodologías establecidas por los estándares internacionales.
La compañía también forma parte del programa Responsible Care, una iniciativa global y de carácter voluntario de la industria química a nivel mundial que tiene como objetivo la mejora continua de las empresas en seguridad y protección de la salud y el medio ambiente, fomentando los principios de desarrollo sostenible.
Además, hemos adaptado los procesos para minimizar las cargas contaminantes y hemos ido implementando actuaciones sobre el origen de la contaminación y no al final de la línea, con la visión de prevenir en lugar de corregir. Algunos ejemplos son la implementación de las mejores tecnologías disponibles para la reducción de polvo y gases de emisión, como por ejemplo los captadores de polvo en el compactador, los secadores de lecho fluidizado o el gas natural como combustible en substitución del gasoil.
¿Contribuyen mediante algún proyecto sostenible a la mitigación y compensación de emisiones de huella de carbono?
Optimizar el consumo de recursos naturales no es solo una preocupación en cuanto a la gestión empresarial de ICL Iberia, sino que se percibe también como una obligación de la compañía en el cumplimiento del compromiso de preservar los recursos y mejorar de forma constante. El análisis de la huella de carbono de ICL Iberia muestra que el mayor impacto proviene de los consumos energéticos, por lo que, sin dejar de actuar en otros puntos, los aspectos relacionados con la mejora de la eficiencia energética de las instalaciones resultan esenciales para reducir la huella de carbono de la organización.
Así, por ejemplo, hace unos años se sustituyó el consumo de fueloil por gas natural y se adecuaron las instalaciones para el consumo de gas natural en los secadores y el compactador. Además la compañía ha puesto en marcha un programa de mejoras enfocado a la eficiencia energética de las instalaciones, y ha desarrollado una auditoría energética en sus instalaciones durante 2016.
Huella Hídrica
¿En qué momento y por qué se incorporó el concepto “huella hídrica” a su lista de intereses medioambientales?
ICL Iberia tiene definida una política de mejora continua de la gestión de los recursos, transparencia y aseguramiento de la calidad de los sus productos, y dentro de esta política el vector agua juega un papel principal. Si bien la empresa ha desarrollado balances hídricos de forma continuada desde hace décadas, es en el momento en que se empieza a definir en el entorno académico el concepto de huella hídrica cuando se incorpora entre nuestras prioridades. Este concepto nos sirve de base para evaluar los efectos del consumo del agua en nuestros procesos, teniendo en cuenta la disponibilidad, calidad, degradación y disponibilidad en el agua, ya que se trata de parámetros que pueden afectar la productividad y posicionamiento competitivo de nuestros productos dentro de nuestro sector industrial.
¿Por qué cree que es importante calcular la huella hídrica de sus actividades? ¿Qué peso tiene el nexo agua-energía-materias en su actividad?
El proceso para la obtención de la potasa se basa en la flotación, aprovechando las diferentes densidades y solubilidades características de las diferentes sales. Es por este motivo que el agua es un elemento fundamental en la gestión medioambiental de ICL Iberia y es el motivo por el que se ha llevado a cabo el cálculo de la huella de agua de nuestros productos.
Para nosotros es fundamental la evaluación de los potenciales impactos ambientales relacionados con el agua y las oportunidades para reducirlos, la optimización en el uso de este recurso, y la administración de los riesgos estratégicos relacionadas con el agua.
Asimismo, la evaluación de la huella hídrica puede permitir el posicionamiento diferencial de nuestro producto en el mercado, además de ser un ejemplo de transparencia en la gestión de la organización.
En su compañía, ¿calculan la huella hídrica sólo en sus operaciones o bien llevan este concepto más allá y lo aplican también en la cadena de suministro? ¿Cuál es la parte de la cadena de valor que presenta mayor peso en el total de la huella hídrica? ¿También ahora o en el futuro, van a introducir la relativa a la de la organización?
El análisis desarrollado se ha centrado tanto el impacto directo que causa la empresa por el uso del agua en el proceso productivo, como el impacto indirecto derivado del consumo de recursos que tienen un impacto hídrico asociado a su propia producción, como por ejemplo la energía eléctrica o los agentes utilizados. Se trata pues de un análisis cradle-to-gate, es decir, de la mina a la puerta de nuestras instalaciones, ya que es donde podemos tener una capacidad de actuación de forma más directa. El impacto del consumo directo de agua es muy bajo comparativamente con el consumo de agua indirecto asociado al uso de electricidad y gas natural para el proceso de secado y compactado de la potasa.
"Dentro del marco del proyecto Phoenix, el proceso de purificación de la sal comportará la reducción de hasta 40.000 m3 en el consumo de agua".
¿De qué forma influye la protección del recurso hídrico en su toma de decisiones?
Dadas las características de nuestro proceso productivo la protección del entorno forma parte de la estrategia de la compañía. La empresa dedica importantes recursos humanos y económicos para que se apliquen las mejores técnicas disponibles en los aspectos relacionados con la protección del medio ambiente, y en concreto en la gestión del agua, que es un elemento central en la toma de decisiones.
¿Han implementado ya medidas de reducción de la huella hídrica en áreas concretas, verificables mediante el cálculo periódico de la huella hídrica? ¿Cuáles son las principales iniciativas con las que la empresa ha reducido su huella hídrica?
Dentro del marco del proyecto Phoenix es el mejor ejemplo de gestión de nuestra huella hídrica. El proceso de purificación de la sal comportará la reducción de hasta 40.000 m3 en el consumo de agua, la reducción de hasta un 48% de los vertidos de agua en el colector de salmueras, el reaprovechamiento de fangos para su comercialización directa y el reaprovechamiento del CO2 del proceso de flotación de la potasa, que se reincorpora en el nuevo proceso de purificación de la sal.
¿Qué hitos en materia de medio ambiente se plantean de cara al futuro?
El proyecto Phoenix es uno de los principales retos de la compañía, no solo desde el punto de vista de la mejora de los procesos de producción, sino también desde el punto de vista ambiental. La construcción de la rampa de extracción en la mina de Cabanasses permitirá una mayor flexibilidad y mejoras en el ámbito medioambiental, suprimiendo la circulación de más de 550 camiones diarios por el municipio de Súria, reduciendo las emisiones de CO2 y el ruido del tráfico, rebajando el consumo energético ligado a la extracción del mineral y mejorando notablemente la ventilación y la seguridad en la mina.
La ampliación de producción ligada a la construcción de nuevas plantas de tratamiento de sal y potasa permite situar en el horizonte la reducción progresiva de la sal acumulada en los depósitos salinos, en cuya gestión, actualmente, ya se invierten, de media, más de nueve millones de euros anuales.
¿Qué esperan de su adhesión a la plataforma EsAgua? ¿Por qué cree que son importantes este tipo de iniciativas para las empresas?
Pertenecer a la plataforma EsAgua implica en primer lugar la asunción de una serie de compromisos relacionados con la reducción de la huella hídrica. Supone además colaborar en la difusión de este concepto a la sociedad y participar en las plataformas de diálogo que trabajan estas materias, además de facilitar el contacto con organizaciones motivadas en la reducción de los impactos ambientales y la sostenibilidad. Supone, además, acceder a información de primera mano en materia de innovación e investigación, y colaborar en la implementación de las mejores técnicas disponibles para reducir la huella hídrica.