El impacto ambiental del desperdicio de alimentos
El planeta se enfrenta a una emergencia medioambiental debido a fenómenos como el cambio climático, la escasez de agua, la contaminación o la pérdida de la biodiversidad. Uno de los factores que contribuyen a esta crisis es la forma en la que nos alimentamos: hablamos del impacto ambiental del desperdicio de alimentos.
El desperdicio de alimentos deja huella mucho más allá del impacto negativo en nuestros bolsillos, está pasando factura al medio ambiente (y eso también tendrá un coste). A diferencia de otros componentes de la crisis climática más asociados al papel de empresas y gobiernos, es en los hogares donde comienza la mayor parte del impacto ambiental del desperdicio de alimentos. Combatir el desperdicio alimentario es preservar los recursos vitales de nuestro planeta y en este punto los consumidores no podemos mirar hacia otro lado.
¿Qué es el desperdicio de alimentos?
El desperdicio de alimentos es un término utilizado para describir los alimentos que se desperdician o se pierden durante la producción, el procesamiento, la distribución, la venta al por menor y el consumo. Debido a su impacto ambiental, social y económico, el desperdicio de alimentos se ha convertido en un problema mundial que supone un obstáculo para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
A partir de los datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en su Índice de desperdicio de alimentos 2021, podemos hacernos una idea global de las cifras que alcanza el desperdicio de alimentos:
- Cada año se desperdician 931 millones de toneladas de alimentos. Es decir, el 17% del total de alimentos disponibles para los consumidores. Según estimaciones de la ONU, con esa cantidad se podrían llenar 23 millones de camiones de 40 toneladas cada uno, suficiente para dar siete vueltas a la Tierra.
- 569 millones de toneladas de alimentos desperdiciados proceden de los hogares, de forma que los consumidores son responsables de más del 60% de este desperdicio. El resto se atribuye a los restaurantes y otros servicios de alimentación, con 244 millones de toneladas (26%) y al comercio minorista con 118 millones de toneladas (13%)
- A nivel individual (per cápita), cada consumidor desperdicia en un año 121 kg de alimentos, siendo que 74 de esos kilogramos (+60%) se desperdician en los hogares.
El impacto del desperdicio de alimentos en el medioambiente
La producción de alimentos requiere un uso intensivo de tierra, agua y otros recursos naturales. De la misma forma, para la correcta distribución de los alimentos a escala global, se necesitan recursos energéticos y económicos, entre otros. El desperdicio de alimentos es un problema porque malgasta recursos, pero la magnitud del problema reside en cómo este desperdicio perjudica al medio ambiente y en la sostenibilidad de este modelo de producción y consumo a largo plazo.
Cuando tiramos comida, también estamos tirando el agua, la tierra y la energía que se utilizaron para producirla. El impacto ambiental del desperdicio de alimentos está mermando los recursos naturales de la tierra y acelerando la emergencia climática de forma significativa.
Impacto del desperdicio de alimentos en las emisiones GEI
Desperdiciar alimentos es una forma de alimentar al cambio climático, ya que también se producen emisiones GEI (metano principalmente) en la cadena de valor alimentaria tanto para producir los alimentos como en la generación de residuos.
De acuerdo con este informe de la FAO, se estima que el desperdicio de alimentos supone entre el 8 y el 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Considerando estas cifras, si el desperdicio de alimentos fuera un país, sería el tercer mayor contribuyente a las emisiones de gases de efecto invernadero.
Impacto del desperdicio de alimentos en el agua
Siendo la agricultura una actividad con un uso intensivo del agua, el despilfarro de comida afecta directamente a la escasez de agua global, pues se desperdicia toda el agua necesaria para la producción de esos alimentos. Conoce más sobre este tema en nuestro post sobre la huella hídrica del desperdicio de alimentos.
En los hogares españoles desperdiciamos la misma cantidad de agua que consumimos: 131 litros por persona y día
Según el informe de la FAO sobre Pérdidas y desperdicio de alimentos en el mundo de 2013, la huella hídrica azul para la producción agrícola de los alimentos desperdiciados es de unos 250 km3. Sin embargo, un informe reciente de WWF estima que un total de 760km3 de agua dulce se extraen de la naturaleza para alimentos que acaban desperdiciados, lo que equivale a 304.000.000 de piscinas olímpicas de agua. Esta cifra es significativamente mayor que las estimaciones anteriores del informe de la FAO de 2013 sobre la huella del desperdicio de alimentos.
En los hogares españoles desperdiciamos la misma cantidad de agua que consumimos. Atendiendo a este estudio de CEIGRAM, colaborador de la Red EsAgua, en nuestro país se desaprovechan 131 litros por persona y día sólo por el desperdicio alimentario en los hogares. Esta misma cantidad es el volumen de agua que consume una persona al día en el uso doméstico, según datos del INE.
Impacto del desperdicio de alimentos en la tierra
Por otro lado, los datos del informe de la FAO apuntan que cerca del 30% de la tierra agrícola del mundo se utiliza para la producción de alimentos que nunca serán consumidos. Además, también conllevan un elevado coste ambiental puesto que este desperdicio contribuye a mermar la calidad de las tierras, el volumen de los caudales de agua y la biodiversidad.
Desde WWF alertan en su último informe que a medida que se expande el uso de los recursos agrícolas en todo el mundo, se utilizan 440 millones de hectáreas de tierra agrícola para producir alimentos que finalmente serán derrochados.
¿Por qué es importante combatir el desperdicio de alimentos?
El impacto ambiental del desperdicio de alimentos es un impedimento para el cumplimiento de algunos objetivos de desarrollo sostenible, como combatir el hambre en el mundo (ODS 2) o hacer un consumo responsable (ODS 12). El Objetivo de Desarrollo Sostenible 12.3 habla específicamente de la pérdida y el desperdicio de alimentos, estableciendo que, para 2030, el desperdicio debe reducirse a la mitad (50%), en las ventas al por menor y el consumo.
La reducción del desperdicio de alimentos ofrece muchos beneficios para las personas y el planeta:
- Mejora la seguridad alimentaria
- Combate el cambio climático y mitiga la presión sobre la tierra, el agua, la biodiversidad y los sistemas de gestión de desechos.
- Permite ahorrar dinero
Reducir el desperdicio de alimentos no sólo ayudaría a conservar los recursos, sino que también proporciona más alimentos a quienes los necesitan y también podría ayudar a bajar los precios de los alimentos y reducir la presión sobre el sistema agrícola.
Combatir el desperdicio alimentario es proteger los recursos naturales de nuestro planeta y en este punto los consumidores tenemos mucha responsabilidad. A pesar de ello, este potencial apenas se ha explotado hasta ahora…¿comenzamos?
Cómo reducir el impacto ambiental de nuestra alimentación
No es ningún secreto que el despilfarro de comida es un problema. La gran mayoría del desperdicio ocurre en los hogares, pero hay cosas que podemos hacer para combatir el desperdicio de alimentos y su impacto ambiental. Todo empieza por ser más conscientes de la forma en que compramos y consumimos los alimentos. He aquí algunos consejos para evitar el desperdicio de alimentos en el hogar:
- Planifica tus comidas con antelación. Esto te ayudará a saber exactamente la cantidad de alimentos que necesitas y evitará que compres más de lo necesario. Esto también ayuda a evitar los viajes de última hora a la tienda, donde es más probable hacer las llamadas “compras por impulso”.
- Comprueba la despensa antes de ir a comprar. Antes de ir a la tienda, haz un inventario de lo que ya tienes a mano. Esto te ayudará a evitar la compra de duplicados de artículos que ya tienes, y también te servirá de inspiración para planificar las comidas.
- Compra productos frescos de temporada. Los productos de temporada no sólo son a menudo más baratos, sino que también saben mejor, ya que no han sido enviados a través del mundo para llegar a nuestro plato. Además, en temporada suelen ser abundantes.
- Aprende a almacenar adecuadamente los alimentos. ¿Sabías que hay ciertas formas de almacenar diferentes tipos de alimentos para que duren más tiempo? Si almacenas tus alimentos correctamente, puedes evitar que se estropeen tan rápido y se desperdicien en el fondo de la nevera o armario.
- Haz compost con los restos de comida. Si te encuentras con restos de comida inevitables, ¡no los tires a la basura! Los restos de comida se pueden compostar y utilizar como abono para las plantas. Esta es una gran manera de cerrar el círculo y utilizar los residuos de alimentos de una manera productiva en lugar de simplemente enviarlos al vertedero donde crearán gas metano al descomponerse.
Empresas españolas contra el desperdicio de alimentos
Muchas empresas ya están actuando para combatir el desperdicio de alimentos y, con ello, el impacto ambiental que este supone. Según los datos de la asociación española de fabricantes y distribuidores (AECOC), el 70,83% de las empresas de la industria y la transformación de alimentos ya cuenta con una estrategia interna definida contra el desperdicio de alimentos. Por otro lado, también sabemos que el sector del gran consumo redujo el 57% el desperdicio de alimentos en 5 años.
Desde la Red EsAgua, la red de empresas comprometidas con el uso sostenible del agua y la huella hídrica, sabemos que cuidar los recursos naturales no es una opción, sino una forma de crear valor en las empresas y mirar hacia el futuro. Es por eso que hemos participado con AECOC en sus iniciativas contra el desperdicio alimentario y continuamos promoviendo el uso de indicadores de sostenibilidad en las empresas.
El uso de indicadores como la Huella Hídrica y Huella de Agua ha resultado ser una herramienta fundamental para la industria alimentaria a la hora de abordar estrategias para reducir el consumo de agua a lo largo de la cadena de valor. De la misma forma, estos indicadores están ayudando a los consumidores a vivir con unos hábitos alimenticios más responsables con el uso del agua y combatir el impacto ambiental del desperdicio de alimentos.
De todo eso hablamos en el webinar “Cómo reducir la Huella Hídrica en la producción y consumo de alimentos”. Durante la sesión, en línea y gratuita, distintos expertos exponen las soluciones que se plantean desde la academia y la industria de alimentación y bebidas para hacer un uso sostenible del agua a través de la innovación y la tecnología.